Estancia acogedora
Con su pared vegetal
El espigado mirto
Disemina sus azahares
Y su llamativo olor
Sus turgentes ramas
Engalana con nostalgia
Las últimas noches
De los lugareños
Una espléndida cayena
Prodiga flores y ramas
Para ciertas anomalías
La palma de la felicidad
Erguida y somnolienta
Los contempla sonreída
Matas en diversas vasijas
Complementan el paisaje
Los lugareños se extasían
Saboreando empanadas, jugos
Y degustando el guayoyo
Perfilando diversos temas
Leyendo la prensa
Y decantando sus angustias
