Francisco Adolfo Caicedo

Nostalgia por Don Eugenio

En las cálidas mañanas nos atendía Don Eugenio

con su benigna sonrisa en la panadería Santa Helena

con su hablar pausado y su certero comentario político.

 

Fue en esa noche fatídica, en el lugar

que escogió como hogar, dónde le arrebataron la vida.

Ya no estará el venerable longevo con su dedicación

con su mirada azulada cual infinito e inmarcesible cielo

que también cubre el tan lejano cielo de su hogar

 

¿Cómo gambetear la tristeza, la desazón y la impotencia?

¿Cuánta falta les hará a sus muchachas asistentes?

¿Cuánto extrañaran sus travesuras y enseñanzas?

¿Cuántas preguntas en sus sorprendidos clientes?

Cuánta vergüenza sentimos los venezolanos

¡Por tanta ignominia en la patria de Bolívar!

 

 

 

Literatura-Latina