Francisco Adolfo Caicedo

Nona, abuela

Te recuerdo inmutable
Cual anima sola
En el rancho de bahareque
Amenazado por el torbes
Disminuyendo su territorialidad

Nona, abuela
Te recuerdo recogidita
Piadosa en la oración

Nona, Abuela Te recuerdo generosa
Repartiendo el pan de bastón
A nietos y vecinos

Nona, abuela
Te recuerdo locuaz
Con tus amistades: carrillo, Jeremías, Luis Esteves, el cotero
Quien te traía tus pomadas.

Nona abuela
Te recuerdo declamando
Leyendo el Diario Católico

 

Nona generosa
Tardes estallantes y policromadas
En el caserío las Cruces
Los chicos se extasiaban
Jugando pelota de goma
En la agreste calle
Driblando la esférica
Rellena de papel
En el cartón de leche Táchira
En el corredor frontal
Con mis hermanos Freddy
E Iris de corta edad
En nuestra casa de bahareque

Transcurrida la tarde
Venia la sed y el apetito
De la bodega de Bernardino
Se traía el bastón de pan

La nona Ana Paula
Lo rebanaba en segmentos
Y lo repartía entre los jugadores
Con agua miel o café.

Aquellos chiquillos
Retornaban a sus moradas
A deleitarse con las radio novelas.

Nona Abuela