Mañana ardiente y abrazadora
De un miércoles, entre semana
Penetran rayos de vivificante luz
Por el intricado ramaje
Del mirto y la cayena
Por el atosigado y vetusto
Encaje asfáltico y azabache
Desfilan ruidosos automotores
Esquivando las troneras esquineras
Huyendo de la troncal cinco
Sus ocupantes preocupados y mustios
Algunas miradas curiosas y tiernas
En especial de las féminas
Se proyectan al mirto y la cayena
