En el rectángulo de tierra
Se sembraron palos de yuca
Al transcurrir el cincuenta y nueve
Emergió flamante mata de yuca
El adolescente no pudo arrancarla
Los lugareños con sus chicuras de guarapo
Se recreaban en la mañana dominguera
Abelino, un obrero del M.O.P
Moreno y de fuerte musculatura
Acudió arrancándola de un tirón
Extrayendo hermosos tubérculos
Esa semana la nona y los tres chicos
Disfrutaron de la yuca en sus modalidades
Cocida, frita y en pasteles.
