Francisco Adolfo Caicedo

Evelio

De su vegetal morada en las faldas de la tinta

descendía con su bolso al hombro

cuando iba o venia de laborar en lo que le salía

otras veces con especies de su encantador entorno

naranjas, mandarinas y ramas medicinales.

 

En ocasiones, lo hacía trémulo y vacilante

el hombre delgado y moreno

bajo los efectos etílicos, cantaba, gritaba

y gesticulaba obscenidades al voleo

diciéndole Lucy a quien encontraba a su paso.

 

En alguna ocasión, acompañado de pepe

un pichón de zamuro, que tenía como mascota,

sobreviviente de una pareja que crió

que, en cortos vuelos, seguía al beodo

para asombro de muchos

 

En una noche, por defender a un perro

fué mordido por una culebra

acudió con premura al hospital central

acompañado de su esposa y amigos,

afortunadamente ahora lo acompañan

pepe y culebrón.

 

 

 

 

Literatura-Latina