De su vegetal morada en las faldas de la tinta
descendía con su bolso al hombro
cuando iba o venia de laborar en lo que le salía
otras veces con especies de su encantador entorno
naranjas, mandarinas y ramas medicinales.
En ocasiones, lo hacía trémulo y vacilante
el hombre delgado y moreno
bajo los efectos etílicos, cantaba, gritaba
y gesticulaba obscenidades al voleo
diciéndole Lucy a quien encontraba a su paso.
En alguna ocasión, acompañado de pepe
un pichón de zamuro, que tenía como mascota,
sobreviviente de una pareja que crió
que, en cortos vuelos, seguía al beodo
para asombro de muchos
En una noche, por defender a un perro
fué mordido por una culebra
acudió con premura al hospital central
acompañado de su esposa y amigos,
afortunadamente ahora lo acompañan
pepe y culebrón.
