Francisco Adolfo Caicedo

En la flor y el alba de la vida

En la vivienda de diurna soledad

Sillas plásticas en columna

En la acogedora estancia

 

La doliente, en la flor de su conga y tristeza

Coordinando la última noche de Ana Elisa

Su madre afectiva

 

Nueve asientos ocupados

El principal, por la rezandera

Longeva y de voz susurrante

Su hijo de caballera plateada

Ensimismado en la oración

 

Una fémina, morena y de llamativo cabello

Otra, un tanto rellena y de color trigueño

Ambas acompañadas de sus pequeños críos

 

La orfebre vecina, abnegada en su labor

Y acomedida con su prolífica familia

 

Una bella jovencita, con su abuela blonda

Su abuelo, macizo y somnoliento

 

El escribidor, con la mirada en el altar

Contemplando la foto de la madre y el hijo

En la flor y en el alba de la vida.

EN LA FLOR Y EL ALBA DE LA VIDA