En aquel patio de secar café
Estructurado por tablitas
Donde se jugaba pelota de goma
Germinó la fiebre beisbolista
Delimitaba el patio y la franca asfáltica
Un guanábano adolescente y juguetón
Que aquietaba el corcel de la mente
Confundida por el desamor
Y las inquietudes infantiles
Su fragancia impregnaba mi inocencia
Más con el correr del tiempo
y con la adquisición de los deseos
Aquella se diluyo en el éter
¡Cuánto añoro la inocencia perdida!
