Furtiva salía de su casa
Con su aureola de matrona
Se desplazaba por la rustica calle
Como lo solía hacer su distinguido esposo
Doña Antonia intercambiaba saludos
Con sus vecinos y amistades
Alguna Ala, se le escapaba
Y soltaba sus antonianas
Con gracia y mandíbula batiente
A consultar a panchita
Adquiría sus números
Si alguien le pedía un dato
Se hacia la sorda
Solía estar informada
A través de Diario de la Nación
De diversos noticieros
Y vario pintas revistas
Sus solaces ratos
Los compartía con sus animales
Loros, pájaros, guacamayas
Le fascinaba tejer
A juanita, le dejo un grato recuerdo
Una bufanda, que ella conserva celosamente.
