Cual roció mañanero
Apareces serena y refrescante
Destellos azulados
Emergen insinuantes
De tu cofre visual
A veces te acompañan
Tus bellas hijas
Rubias y sonrientes
Con virginal candor
Quienes las contemplan
Vacilan al verlas
Y no hallan a quien piropear
Si a las encantadoras hijas
O a tí.
