Francisco Adolfo Caicedo

Charapa

En el muro de la Quinta Rosalía

a veces blanquecino, otras pintarrajeado

dejaba caer su calamitoso físico

Enrique, el popular y servicial charapa

atormentado por el cruel licor

 

Pena sentían quienes le apreciaban

la mayoría de los caminantes, imperturbables

cronos seguía su inexorable curso

Charapa, sin soltar la botella de ocasión

 

Su sobrina Charo se acercó preocupada

instándolo a levantarse y marcharse a casa

clavito, lo acomodo en su carretilla

llevándolo a casa de la Sra. Aurora.

 

 

Literatura-Latina